viernes, 24 de agosto de 2012


  • Buenos días para cuando te despiertes mi ángel, quizás ya este en clases; pero bueno yo se que hoy tendrás no un buen día sino un magnifico día, pues tu ser lo conviertes en algo tan bello el existir, con palabras de ternura, abrazante amor de tu corazón. Cierro los ojos y absorbo con emanación cada detalle que tienes conmigo. Siento tu rostro cerca, cual sol al levantarse la aurora, que renueva y fortalece el ser. Me gustaría quedarme todo el día hablándote y esperando conversar contigo, pues eres el alimento en mi existir. Solo deseo con ansias nuevamente tenerte delante de mi, para decirte mil y un cosas me haces sentir, pero ya llegara ese momento. Cuídate mi ángel que mi vida también depende de cómo te encuentres.

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